Antes de que el tiempo borre la profunda huella de nuestro pasado. Esa motivación, y al mismo tiempo temor, es lo que impulsa a ‘Memorias de Gines’ a darle forma a esa historia de nuestro pueblo, la más cercana y casi siempre la más olvidada, que se esconde bajo el prisma de sus propios protagonistas, de quienes se han encargado de escribirla con su trabajo y su esfuerzo diario a lo largo de los años.
Como si de una charla con nuestros abuelos se tratase -ahí está el origen de todo-, este proyecto impulsado por la Delegación de Juventud del Ayuntamiento de Gines nace con la vocación de convertirse en un diálogo intergeneracional, donde los jóvenes lanzan sus preguntas y los mayores nos muestran la realidad de un pueblo muy diferente al que hoy conocemos, mucho más pequeño, de calles sin asfaltar, de niños y niñas separados en el colegio y de profesiones ya olvidadas.
No se pretende crear una historia ‘oficial’ de Gines ni nada que se le parezca, sino simplemente tratar de conocer cómo era nuestro pueblo a través de las vivencias de aquellas personas que pusieron su granito de arena en ámbitos tan diversos como la cultura, la educación, el trabajo, las tradiciones o el deporte. Lecciones de vida que las nuevas generaciones deben conocer y que han supuesto un gran aprendizaje y disfrute para quienes tenemos la suerte de participar en este proyecto.
Desde Enrique Calatayud y su ‘revolución’ en el mundo de la solería hasta la ilusión de Pepe ‘el de la Quitita’ por ver salir la Cabalgata cada año, pasando por los recuerdos familiares de aquel Tronío donde se reunía todo el pueblo, el esfuerzo de quienes hicieron de El Molino un emblema de esta tierra o el particular estilo de nuestras sevillanas. Son sólo algunas pinceladas de esas ‘Memorias de Gines’ que pronto verán la luz y que en su proceso nos dejan un sinfín de anécdotas y momentos entrañables, a la par que divertidos, para guardar en la retina.
Entre lo sociológico y lo divulgativo, todo ello quedará reflejado para siempre, gracias a Gines TV, en un entretenido formato audiovisual al que los jóvenes, y aquellos que ya no lo son tanto, podrán recurrir para conocer mejor sus raíces. Una experiencia del todo recomendable: sentarse con nuestros mayores y conocer sus historias… antes de que el tiempo borre la profunda huella de nuestro pasado.
Fernando Mateos y Lidia Campos