VÍDEO COMPLETO DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Gines vivió este fin de semana los días grandes de su Semana Santa en la que a un Viernes Santo de solemnidad y recogimiento siguió un Domingo de Resurrección de esplendor y ambiente festivo.
Como es tradicional, la Estación de Penitencia del Viernes Santo comenzaba poco después de las ocho de la tarde, cuando abría sus puertas el templo parroquial, dándose inicio a una procesión marcada, como cada año, por el silencio y el luto más riguroso por la muerte de Cristo.
Integraban el cortejo unos 250 nazarenos que acompañaban a los titulares de la Hermandad: el Santísimo Cristo de la Vera Cruz, una talla anónima del siglo XVI, y Nuestra Señora de los Dolores Coronada, obra de Juan de Astorga en 1816. Con el paso del crucificado en absoluto silencio, los sones musicales tras Nuestra Señora de los Dolores los puso este año la Banda Música de Nuestra Señora del Sol.
Lignum Crucis
Como gran novedad, este año estuvo presente por primera vez en la Estación de Penitencia el 'Lignum Crucis' de la Confraternidad de Hermandades de la Vera Cruz, que fue portado en todo momento por un hermano con el hábito de nazareno, pudiendo ser besada la reliquia por todas las personas que lo así lo desearon.
Cabe destacar, además, que por segundo año consecutivo, la candelería del paso de palio lució un cirio especialmente dedicado a los donantes, en el que podía leerse el lema ‘Lágrimas de vida’.
Debido a la amenaza de lluvia, la Hermandad Sacramental tuvo que recortar buena parte de su recorrido, girando la comitiva directamente hacia La Calleja tras recorrer la calle Blas Infante. La cofradía prosiguió después por la calle Real hasta la Plaza de España, donde el Ayuntamiento había instalado un vallado que sirvió, de nuevo este año, para facilitar la ordenación del cortejo, especialmente en estos metros finales antes de concluir la Estación de Penitencia.
Ya con el Santísmo Cristo de la Vera Cruz en el templo, en torno a las once y media de la noche se producía la entrada en la parroquia del paso de Nuestra Señora de los Dolores Coronada, con lo que se cerraba la salida procesional del Viernes Santo.
Resurrección con la Patrona
Ya el Domingo de Resurrección, la Patrona de Gines, Nuestra Señora de Belén, recorría las calles de la localidad en una procesión de gloria que también vino acompañada por la Banda de Música de Nuestra Señora del Sol.
Como es tradicional, en la comitiva podían verse representantes del resto de hermandades locales, así como del Ayuntamiento, entre ellos el Alcalde, Romualdo Garrido.
Fueron muchos los vecinos y vecinas de todas las edades que no quisieron perderse los últimos instantes de la Semana Santa en Gines, pudiendo presenciar, además, una vistosa petalada al paso de la Patrona por la Casa de la Hermandad Sacramental.
Con la entrada de la Virgen en la parroquia se ponía el punto y final a una nueva Semana Santa en Gines, en la que los cofrades volvieron a disfrutar de dos jornadas de grandes contrastes como el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección.