La Patrona de Gines, Nuestra Señora de Belén, volvió a recorrer este domingo las calles de la localidad con motivo de la festividad de la Presentación de Jesús al templo, conocida popularmente como la Candelaria, una procesión organizada por la Hermandad Sacramental y que, debido a la lluvia, terminó dejando una imagen para el recuerdo, al tener la Virgen que refugiarse en su Casa de Hermandad.
La comitiva, que partió del templo a las once de la mañana, la abría la cruz parroquial, seguida de representantes de la Hermandad Sacramental y de su Grupo Joven, además del Alcalde, Romualdo Garrido. Podía verse después el paso de la Virgen, comandado de nuevo este año por el capataz Alberto Parejo.
Como es tradicional, fueron muchos los pequeños que acompañaron a la imagen de Nuestra Señora. Para la ocasión, numerosas calles del municipio lucieron especialmente engalanadas, con diferentes colgaduras y gallardetes. El acompañamiento musical vino en esta ocasión de la mano de la Banda de Música de Nuestra Señora del Sol de Sevilla, que interpretó diversas marchas en tono de gloria a lo largo del recorrido.
La aparición de la lluvia en el tramo final del recorrido obligó a refugiar a la Virgen en su Casa de Hermandad en torno a las 12.15 horas, en una imagen que quedará para la historia. Nuestra Señora de Belén ya estuvo en la Casa de Hermandad en 2015 coincidiendo con el Corpus, si bien ahora ha sido la primera vez en la que la Patrona lo ha hecho con su paso completo.
Ya por la tarde, en torno a las siete, la imagen de la Virgen fue traslada en andas hasta el templo parroquial, completándose así la procesión iniciada por la mañana, una jornada en la que la lluvia dejó en Gines una imagen que forma parte ya de la historia de la localidad: la de la Patrona en su paso en el interior de su Casa de Hermandad.