Rocío Mateos Palomar pronunció este domingo la XXXVI Exaltación de la Semana Santa de Gines, una cita organizada por la Hermandad Sacramental y que tuvo lugar en la parroquia de Nuestra Señora de Belén ante numerosos asistentes, contando con la presencia de representantes del propio colectivo organizador, del resto de hermandades y colectivos religiosos locales, así como de la Corporación Municipal.
Ante un bello altar presidido por el Santísimo Cristo de la Vera Cruz, Nuestra Señora de los Dolores Coronada y Nuestra Señora de Belén, el acto comenzó con una lectura del Evangelio a cargo del párroco y director espiritual de la Hermandad, Manuel Talavera San Román, tras lo que el pregonero del pasado año, Alfonso Melo Márquez, hizo un repaso por la trayectoria de la pregonera, de la que destacó las profundas raíces cristianas de su familia.
Desde un atril situado para la ocasión en la zona central del altar, Rocío Mateos comenzaba poco después su intervención, que inició mirando a las imágenes sagradas y de espaldas al público asistente para dirigirse directamente al Santísimo Cristo de la Vera Cruz.
Con un tono pausado, la pregonera tuvo palabras de cariño y emoción para toda su familia, recordando cómo fue ella una de las primeras mujeres en realizar estación de penitencia en Gines como nazarena.
Combinando prosa y verso, el pregón de Rocío Mateos dejó buenas muestras de un profundo sentido cristiano, indicando la pregonera que “la verdad está en la cruz, y la cruz es la verdad”, señalando además a Jesucristo y a la cruz como símbolos de triunfo y gloria, así como una auténtica enseñanza de amor para todos.
Nuestra Señora de los Dolores Coronada y Nuestra Señora de Belén también tuvieron un apartado destacado en la exaltación, en la que se refirió a ambas como las dos madres de Gines.
La pregonera supo reflejar a la perfección el encanto de los instantes previos a la salida de la cofradía, así como el discurrir de la hermandad en la calle, señalando que Cristo no sólo muere cada Viernes Santo, sino cada vez que no hay amor entre los hombres.
Recitando muchos pasajes de memoria, uno de los momentos más emociones del pregón llegó con el recuerdo que tributó a los que ya están en el cielo, culminando con la esperanza de la resurrección.
El acompañamiento musical del acto lo puso José Ramón Pérez Saborido al órgano, interpretando las marchas “Cristo de la Alcazaba”, “Amarguras” y “Tus dolores son mis penas”.
Ya en la recta final de su intervención, la pregonera terminó anunciando la inminencia de la Semana Santa con unos bellos versos que pusieron al público en pie entre numerosos aplausos.
La entrega de diferentes presentes tanto a la pregonera como al presentador, así como la bendición de despedida del párroco, daban paso a la interpretación de los himnos de Andalucía y España, que ponían el broche final a esta trigésimo sexta edición de la Exaltación de la Semana Santa de Gines, con la que se volvió a vivir, un año más, uno de los actos más destacados de la Cuaresma en el municipio.